la edición de La Furia por algo más que por gusto, editada por tres distris alternativas para apoyar las luchas sociales y antirepresivas. La puedes conseguir en el lokal y en las distris alternativas.
La edición de la cinta de La Furia cabe entenderla dentro de la singularidad de materiales surgidos a partir de finales de les 80 desde la órbita de colectivos antiatutoritarios, autónomos, alternativos,… Es a finales de esa década cuando surgen las primeras distribuidoras alternativas: Gato Salvaje en Madrid, El Lokal en Barcelona (1987) o DDT en Bilbao. Entre el 92 y 94, surgiria una nueva ola de distris en otros puntos: Mala Raza (Zaragoza), Soroll (València), Comú (Castelló), SKP (Madrid), Pozoin Banaketak (Laudio), Eguzki Banaketak (Iruña),… Un poco antes, en 1991 había arrancado la editorial Virus, proyecto que lleva más de 25 años nutriendo de textos referenciales a los movimientos sociales. Con todo esto se iba configurando poco a poco una interesante red de intercambio, edición y circulación de materiales vinculados a colectivos de base, okupas, libertarios, escena punk,… Las primeras inicitivas de distribución alternativa las podemos situar dentro de un contexto más amplio, en el que se conectan revistas como La Lletra A, Resiste, Sabotaje, Masacre, Stop Control, Ekintza Zuzena; el trabajo de las Agencias de Noticias Alternativas en comunicación con las emergentes y diversas Radios Libres. De estas redes nacen las distris y sellos discográficos que editan como apoyo a las luchas y para dar espacios a la elaboración de materiales antiautoritarios, contraculturales en todos los formatos posibles: libros, folletos, música, ropa, fanzines y otros materiales de apoyo a colectivos. Son años en los que poco a poco se van configurando espacios físicos de referencia: bares, Centros Sociales Okupados, librerias alternativas, Ateneos y xiringuitos en la calle junto con los conciertos. Son incontables las iniciativas que se desarrollan, con sus altibajos que demuestran que se pueden desarrollar alternativas desde la autogestión y la autoorganización al margen del mercado. Sobre la experiencia y desde la autonomía se van estableciendo los mínimos para que la cosa funcione y a pesar de todo funciona.
Como deciamos, durante los 90 y la década siguiente, en muchos lugares nacen distris y puntos de distribución que permiten que todas estas iniciativas culturales y políticas se difundan. La Furia, como tantas otras fue una más de estas experiencias de colaboración entre grupos, distris y un entorno de personas comprometidas. Se intercambiaron, se escucharon y se vendieron para apoyar las luchas y los espacios como se sigue haciendo hoy en las formas de siempre y las nuevas. Desde la distancia, resulta justo destacar la amplitud y gran potencial que demostró la red de colectivos de distribución alternativa, resultando un efectivo canal de difusión al servicio de colectivos rupturistas y una emergente escena musical alternativa. Si se contempla que hablamos de la era pre-internet, donde la producción, circulación de materiales e información iba a otro ritmo, valoraremos mucho más ese papel.
El colectivo editor. Mayo de 2017.
Ressenyes
Encara no hi ha ressenyes.