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LP Cuarto asalto. DEF CON DOS

Def Con Dos vuelve a la carga con Cuarto asalto (2024), un título que no solo rinde homenaje a sus tres primeros trabajos, sino que promete seguir desafiando sus límites musicales. Nacidos en 1989 como pioneros del hip-hop en España, Def Con Dos ha demostrado ser mucho más que una banda: se han consolidado como un referente cultural y un símbolo de la rebeldía. Tras sus primeros años luchando por abrirse paso en la escena, su participación en bandas sonoras de películas icónicas como Acción mutante (1993) y El día de la Bestia (1995) les otorgó una trascendencia que catapultó su carrera.

Con álbumes como Alzheimer (1995) y Ultramemia (1997), la banda evolucionó hacia un sonido más contundente, fusionando rap y metal con una afilada crítica social. Así, no solo se ganaron el favor del público, sino que lograron llevar su mensaje más allá de las fronteras españolas, realizando giras por Europa y América.

Sin embargo, el camino no siempre ha sido fácil. César Strawberry, líder y vocalista de la banda, ha pagado un alto precio por su compromiso con la crítica social y política, especialmente en un contexto donde las libertades de expresión han estado bajo constante amenaza. Su detención en 2015 y posterior juicio por enaltecimiento del terrorismo, debido a unos comentarios irónicos en Twitter, se convirtieron en un símbolo de los intentos de silenciar voces incómodas. Aunque fue absuelto finalmente en 2020, su caso expuso las dificultades a las que artistas como Def Con Dos se enfrentan en España, donde la censura y la judicialización de opiniones incómodas parecen ser gajes del oficio para quienes se atreven a desafiar el poder.

Lejos de acallar su voz, César ha seguido adelante con su activismo musical. Además de mantener en pie a Def Con Dos, ha resucitado recientemente su proyecto paralelo de hardcore, Strawberry Hardcore, reafirmando así su compromiso inquebrantable con el arte como herramienta de combate. Este proyecto no solo subraya su resistencia frente a la represión, sino también su capacidad para reinventarse y mantenerse relevante.

Todo este trasfondo judicial no ha debilitado a Def Con Dos; al contrario, ha reforzado su mensaje. Cuarto asalto no es solo un tributo a su legado, sino una nueva manifestación de su incansable lucha contra la memez, la tontería, la censura, el fascismo y la corrupción que denuncian desde sus inicios. El hecho de que, tras más de tres décadas de actividad, sigan combatiendo con la misma fuerza es prueba de que su influencia y relevancia permanecen intactas.

A finales de 2024, después de celebrar el 30º Aniversario de su emblemático Armas pal pueblo (1993), Def Con Dos presenta Cuarto asalto, un álbum que no solo mira al pasado, sino que marca un nuevo capítulo en su batalla incansable contra lo establecido, recordándonos por qué siguen siendo una de las bandas más influyentes y respetadas del panorama independiente. El que ya es su álbum número 14, si no tenemos en cuenta recopilatorios ni trabajos en directo, aunque breve en duración (apenas dura 17 minutos), encapsula perfectamente la esencia que ha caracterizado a la banda desde sus inicios. Fieles a su fusión de rap, punk y metal, siguen desafiando al sistema con letras que no se andan con rodeos, cargadas de crítica social, humor ácido y una actitud irreverente.

El álbum se abre con «NPC», un tema de groove pausado y marcado por influencias del hip-hop. Utilizando el concepto de «Non Playable Character» (NPC) de la industria de los videojuegos, la banda critica a una sociedad conformista que actúa como personajes secundarios en su propia vida, carentes de voluntad y autonomía. En el juego, los NPC’s desempeñan diferentes roles, como vendedores, enemigos o aliados, y su falta de control refleja la apatía que la banda señala en su letra.

El ritmo deliberadamente calmado del tema subraya esta sensación de inercia, mientras el conformismo se presenta como el verdadero enemigo. Aunque la crítica es sutil, el mensaje es inequívoco: la sociedad se ha desactivado, convirtiéndose en meros actores de fondo en su propia historia.

En «Delito de odio», la banda no se anda con rodeos. El tema, ahora sí es rápido y violento, no solo en su música, sino en su mensaje. El asco hacia una sociedad que parece permitir que fascistas e inútiles campen a sus anchas es el eje central. La banda reniega de su propia especie, usando el concepto legal de «delito de odio» para hacer un juego irónico: ¿cómo no odiar a una humanidad tan podrida? Citando la definición oficial del Ministerio del Interior, la letra expone la contradicción de un sistema que castiga ciertas conductas mientras tolera otras igual de dañinas. Es una descarga de rabia que no da respiro, con guitarras afiladas y una batería potente.

En un mundo donde la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, Def Con Dos centra su crítica en lo que realmente debería preocuparnos: la estupidez humana. Su tema «¿IA o estupidez humana?», rápido y cargado de energía, desenmascara el miedo infundado hacia la tecnología, subrayando que el problema no es la IA en sí, sino la falta de sentido común en quienes la controlan. Con un riff contundente y una batería frenética, la canción se convierte en una feroz crítica a la paranoia contemporánea, recordando que, mientras la IA lo invade todo, la estupidez humana sigue creciendo sin freno.

En «Spanishfornication (España te f@lla)», se regresa a los terrenos del hip-hop para adentrarse en una crítica directa a la clase política española. Con un juego de palabras basado en el Californication (1999) de Red Hot Chili Peppers, la banda lanza un mensaje claro: el Estado nos falla/folla, una y otra vez. El tema pone el foco en el engaño institucional y la pasividad ciudadana, preguntando con ironía: «¿Qué es lo que ha hecho por ti su Estado?» La producción mezcla beats clásicos de rap con una envolvente línea de bajo, dejando que las letras lleven el peso de la crítica. La voz de Strawberry escupe cada verso con furia, subrayando la desesperación ante una realidad que much@s prefieren ignorar.

El quinto corte, «Palmaréis igual», rinde homenaje a la legendaria «Mi reino por un poco de caballo», tema incluido en su célebre Alzheimer de 1995, replicando su tono pero actualizando su mensaje. Además de recordarnos que tod@s morimos, independientemente del color de nuestra sangre, el tema vuelve a cargar contra la monarquía, en un claro paralelismo con la versión original. Def Con Dos no pierde la oportunidad de subrayar que, aunque los tiempos cambien, las jerarquías siguen intactas. Musicalmente, es un guiño a l@s fans de toda la vida, con una estructura similar a la de aquel icónico tema, pero con la frescura de un nuevo siglo.

El arranque de «Ultrameme» evoca de inmediato las canciones-anuncio de los primeros asaltos, recuperando ese humor absurdo y corrosivo que definió esa etapa. El tema es rápido y contundente, con guitarras que desbordan potencia, especialmente en los coros. Def Con Dos nos advierte sobre el impacto de las redes sociales y los memes, que han transformado la comunicación en un juego vacío y superficial. «No somos nadie», nos recuerdan, mientras las plataformas digitales dictan nuestras opiniones y actitudes. Esta canción ofrece una reflexión ácida sobre la superficialidad de la era digital, en la que la banda se burla de la fragilidad de la cultura moderna, desnudando las distorsiones que los memes —imágenes, videos o textos caricaturescos que circulan por internet— generan en nuestra percepción de la realidad.

En «Necrosados», Def Con Dos nos traslada a un escenario post-apocalíptico donde una hipotética invasión zombie ha asolado a la humanidad sin explicación aparente. La canción narra la historia de un padre que, al regresar a casa, descubre que su hij@ ha sido infectad@, pero, en lugar de estigmatizarlo, decide seguir conviviendo con él/ella. Es una metáfora poderosa sobre cómo, incluso en la descomposición social, seguimos aferrándonos a lo que amamos, aunque sea parte de un mundo «necrosado». Musicalmente, el bajo del gran J. Al Ándalus marca el paso de esta pieza, que es algo más pausada pero igual de abrasiva. Salvando las distancias, me recuerda mucho a «De cacería», clásico incluido en Alzheimer.

Def Con Dos rinde tributo a Siniestro Total con una versión de «Ayatollah!», acelerando el tempo y añadiendo un peso extra a la producción. La guitarra y la batería suenan mucho más agresivas, pero lo más destacable es el uso de lo que parece ser un sample de la voz original de Germán Coppini, primer vocalista de Siniestro, de cuando Julián Hernández (aka Padre Damián J. Karras) tocaba la batería, que agrega una capa nostálgica a la canción. El tema original cierra con estilo el primer álbum de Siniestro Total, ¿Cuándo se come aquí? (1982), y en manos de Def Con Dos, cobra nueva vida sin perder su esencia punk original.

El álbum se cierra de manera (no tan) inesperada con «Mensaje cifrado», una broma que se aleja del tono más o menos serio del resto del disco. En esta pequeña pieza, dos personajes hablan en inglés sobre la historia y el legado de Def Con Dos, comparándolos con Run-DMC, referencia obligada para la banda. Sin embargo, uno de ellos no puede entender cómo un rapero puede llamarse Strawberry, recordándonos el peculiar sentido del humor de la banda y su apego a los juegos de palabras. Este cierre, aunque breve y anecdótico, deja un último guiño al oyente, demostrando que Def Con Dos sigue siendo tan irreverente como siempre.

No quisiera cerrar esta reseña sin mencionar el artwork de Cuarto asalto, diseñado por el propio Sagan Ummo. Su creación está cargada de simbolismo y refleja de manera impactante el mensaje del álbum. En la portada, se representan las dos Españas enfrentándose frente al Palacio Real, cuyo reloj ha sido reemplazado por el logo de Ultramemia.

A la izquierda, el pueblo se levanta en rebeldía, sosteniendo chorizos en mano y portando las banderas negras de la A.M.V. (Agrupación de Mujeres Violentas) y del Escuadrón de las Sombras. Esta imagen simboliza la resistencia frente a los grandes estamentos del Estado. En el lado opuesto, figuras de la nobleza, toreros y representantes del estamento eclesiástico, montados sobre toros –símbolo de la fiesta nacional–, se enfrentan al pueblo. Sin embargo, hay un detalle significativo: llevan cuernos de demonio, lo que simboliza la corrupción y la hipocresía institucional que permean estas clases privilegiadas.

En sus manos, las figuras del poder sostienen barras de pan, evocando el famoso dicho «pan y circo», una metáfora sobre cómo las élites distraen al pueblo con entretenimiento barato mientras conservan su control. Esta batalla visual entre los distintos sectores de la sociedad española no solo resume el contenido crítico del álbum, sino que también denuncia la desconexión entre el pueblo y aquell@s que ostentan el poder.

Con esta portada, Def Con Dos nos recuerda que su mensaje no se limita a la música, sino que también se extiende a los detalles visuales que acompañan al disco. Estos elementos refuerzan su crítica social y subrayan la lucha constante entre las dos Españas, enfatizando la importancia de permanecer alerta ante las manipulaciones de las élites y la necesidad de la resistencia popular en tiempos de crisis.

Cuarto asalto es una descarga corta pero intensa que condensa la esencia más clásica de Def Con Dos en un cuarto de hora escaso. La banda sigue siendo combativa, irreverente y crítica, actualizando su discurso para encajar con los tiempos que corren sin perder el filo que los caracteriza. Entre la crítica social, el humor corrosivo y el guiño constante a su propio legado, este álbum demuestra que, más de tres décadas después, Def Con Dos sigue en plena forma y con mucho que decir. Un trabajo que hará las delicias de l@s fans de siempre. ¡Larga vida a Def Con Dos!

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Pes 0,400 kg
Dimensions 31 × 1 × 31 cm

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